miércoles, 4 de enero de 2017

RECOMENDACIONES PARA PIELES GRASAS



Sabemos que la piel grasa es aquella que tiene un aspecto brilloso todo el tiempo y presenta en la mayoría de los casos granitos y puntos negros en ocaciones, el problema incrementa con las altas temperaturas porque hace que las glándulas sebáceas se descontrolen, de manera que el brillo del rostro se intensifica, sobre todo en la zona T haciendo que este problemita nos resulta molesto, pero no desesperes, existen soluciones como geles de limpieza, lociones e hidratantes que podemos usar para ayudar con este problemita, incluso existen muchos tipos de maquillaje adecuados para este tipo de pieles.
Los cambios climáticos traen consigo problemas asociados a alergias e impurezas en la piel, como brotes agudos en personas con tendencia acnéica debido a un desarrollo bacteriano anormal, el exceso de sebo, aunque en general las pieles que son más propensas al desarrollo de acné, también existen pieles secas o deshidratadas que pueden sufrir este problema, al igual que existen pieles grasas que no son propensas al acné o puntos negros. El sebo es segregado de una forma natural por todas las personas y en todo tipo de pieles, ya que su función es luchar contra las diferentes agresiones externas. El problema surge cuando esta secreción  llega a ser demasiado abundante y obstruye los poros de la piel dando lugar a la formación de puntos negros y de acné.
Para evitar estos inconvenientes o problemas en la piel es fundamental mantener una rutina constante de cuidado y limpieza diaria, en la que no debe faltar una buena hidratación ya que la falta de esta puede llegar a provocar un efecto rebote y que la piel produzca mas grasa para suplir esta necesidad.
Si mantenemos todos los detalles de cuidado y rutina de belleza y lo aplicamos como es debido podremos disfrutar y lucir una piel perfecta e impecable, obviamente ayudaremos con una buena alimentación, haciendo deporte para eliminar toxinas y beber agua mínimamente 2 litros por día.

Algunas de las causas o factores causantes de una piel grasa (cuando ésta no es hereditaria)  son:

El uso de productos inadecuados: cremas o leches demasiado densas, untuosas o grasas.

Tónicos con alcohol (ya que éste tiene un efecto rebote: en apariencia elimina la capa grasa, pero después al excitar las glándulas sebáceas, aun vuelve el cutis más grasiento).

Dietas en la que hay un exceso de sustancias grasas, mantequillas, etc.

Una vida desordenada (cansancio, agotamiento, insomnio, etc.)

Algún tipo de desequilibrio sistema nervioso u hormonal.

Para mantener un cutis graso a raya o bajo control, es imprescindible mantener una muy buena limpieza, tonificación  y cuidado del mismo con productos adecuados para este tipo de piel:

* Limpieza facial: Debe lavarse el rostro mañana y noche con un limpiador suave. Puede ser en leche, gel o agua. (Las aguas micelares son una de las opciones que nunca fallan). Por la noche y si nos hemos maquillado, antes de la limpieza de cutis, deberemos retirar el maquillaje con una leche desmaquilladora o bien con agua micelar. 

* Tonificación: Este paso puede servir para acabar de limpiar en profundidad la piel y para prepararla para la hidratación. No es un paso imprescindible, pero sí es recomendable.

* Hidratación/nutrición: Este tipo de pieles requieren fórmulas sin grasa, para las pieles grasas, el concepto de menos es más, es el que debe predominar en cuanto a los tratamientos.  Fluidos sin grasa, de textura gel o lociones ligeras deben ser tus aliados de belleza,  ya que evitarán que los granitos y exceso de sebo aparezcan en el rostro.

Mascarillas  purificantes: Una vez a la semana la aplicación de una mascarilla de arcilla suele ir muy bien, ya que la arcilla absorbe el exceso de grasa e impurezas acumuladas en la piel.

Exfoliación: Para este paso y una vez a la semana, es necesario hacer una exfoliación para eliminar las células muertas de la piel.

Por otra parte, es aconsejable llevar una vida ordenada, dormir suficientes horas, no fumar, hacer una vida al aire libre en lo posible, practicar ejercicios respiratorios y algo de meditación. (Sí, llevar un estilo de vida saludable es bueno para todo!!)

En cuanto a la dieta, deben abundar las verduras y frutas, legumbres y cereales integrales y lácteos desnatados. Por el contrario se deben evitar la carne ahumada, quesos fermentados, mantequillas, sustancias picantes, carne y grasa de cerdo, dulces, azúcar, bollerías, chocolate y alcohol.



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